Fondos europeos y convergencia, lecciones aprendidas

Construir una imagen de marca, tener prestigio, no es sólo una cuestión de los gobiernos

La Voz
Antonio Ramírez de Arellano
07:00 • 08 oct. 2018

Con una periodicidad que dejo a la valoración del lector, se repiten en Andalucía debates recurrentes que, al cabo de varias décadas, requieren alguna reformulación, sobre todo porque el tiempo transcurrido permite una significativa acumulación de evidencias.




La expresión pública de algunos de esos debates se ha desarrollado a veces en unos términos de exceso verbal que confunden la legítima crítica al Gobierno con expresiones que son flagrantes injusticias para Andalucía y los andaluces. Por ejemplo, es cierto que “Andalucía es una región de convergencia en Europa”, pero no es justo negar la evidencia de que “Andalucía ha avanzado mas rápido que la Unión Euopea”; no se atiene a la verdad y crea una imagen distorsionada que nos perjudica.




Hablar bien de Andalucía debe ser posible, a la vez que se ejerce la crítica política dentro de la más absoluta normalidad. Esto es especialmente importante cuando se hacen pronunciamientos en foros que son escuchados fuera de Andalucía. Construir una imagen de marca, tener prestigio, no es sólo una cuestión de los gobiernos. Es una labor de todos y va en beneficio de todos. No es simplemente una cuestión de estilo. Tiene un relevante impacto económico. Lo saben bien nuestros empresarios y emprendedores que han internacionalizado sus compañías y que, de hecho, “venden Andalucía”.




Otro ejemplo, que también se ha repetido en las últimas semanas, es hablar mal de las inversiones cofinanciadas con Fondos Europeos, cuando desde la propia Unión Europea nos ponen de ejemplo de buen uso de estos fondos europeos y somos una de las pocas regiones de Europa que siempre ha ejecutado el 100% de los fondos Feder y FSE.




La razón de que se vuelva a poner esta cuestión sobre la mesa es que, en la elaboración de las nuevas Perspectivas Financieras para el Marco 2021-2027,  la Comisión nos ha calificado formalmente  como una región con un PIB per cápita por debajo del 75% del promedio de la UE. Es decir, ha certificado un dato que viene siendo así desde 2010. De hecho, sólo en el breve espacio del trienio 2007-2009 estuvimos por encima de esa referencia. La crisis hizo caer a todas las regiones españolas entre 2009 y 2014 más de 13 puntos en términos de convergencia, y, por supuesto, a nosotros también. Esto llevó a una consecuencia inesperada. A pesar de ser la UE consciente de la situación, en la elaboración del Marco 2014-2020 se nos calificó por encima del 75% usando indicadores de los años 2007-2009, lo que no hizo perder casi 3.000 M€ de fondos (un 23% menos) justo en el momento en el que más se necesitaban inversiones para combatir la crisis.




Al conocerse la nueva situación, raudos han regresado algunos titulares que deterioran nuestra imagen. En efecto, es un situación que requiere análisis y explicación, pero desde una perspectiva rigurosa. De esta forma, seguro que podremos aprender lecciones de los errores que hayamos podido cometer, a la vez que sentirnos orgullosos de los aciertos.

100.000 millones



Para empezar, en los Marcos Europeos que van desde 1986 hasta hoy hemos recibido en torno a 100.000 millones de euros, de los que 60.000 han sido fondos agrícolas de la PAC de distinta naturaleza, que van a los agricultores, y 40.000 han sido fondos para inversiones de carácter estructural, también en diversos programas. De esas cantidad, 17.000 millones han sido gestionados y ejecutados por el Gobierno de la Junta de Andalucía y 23.000 millones por el Gobierno de España desde 1986. Por tanto, hacer afirmaciones sobre la ejecución de la totalidad de dichos fondos no resulta razonable.




En segundo lugar, siendo sin duda una cantidad significativa, esos 40.000 millones de euros de fondos de inversión ejecutados por el Estado y la Junta de Andalucía, sólo suponen el 1,6% del PIB de Andalucía en más de treinta años. En consecuencia, los fondos estructurales son responsables de una pequeña parte del proceso de convergencia en renta por habitante que Andalucía ha conseguido con la UE. En el periodo 1986-2016 nuestro PIB se ha multiplicado por dos en términos reales, y hemos pasado del 54% al 68% del PIB per cápita de la UE.


Es legítima la valoración subjetiva de si estos valores son más o menos un “éxito”, pero el hecho es que Andalucía es una región que ha avanzado mucho desde 1986. Y, a la vez, es cierto que toda España, y por tanto Andalucía, ha retrocedido entre 2009 y 2014 una buena parte de lo avanzado en las dos décadas anteriores, debido a la mayor crisis financiera que hemos vivido a nivel global en 80 años. En nuestro país, el estallido simultáneo de la burbuja inmobiliaria empeoró la ya de por sí grave situación. Es, sin embargo, positivo reconocer que desde 2015 se ha retomado la senda de convergencia, recortando diferencias.


Hoy se considera muy discutible la actuación de las autoridades europeas en los primeros tiempos de la crisis, e incluso se habla de que su gestión contribuyó a acentuar y alargar el proceso de caída de la economía y retrasar la salida. Y ¿dónde están las inversiones realizadas? Salgan a la calle y las verán: carreteras, ferrocarriles y aeropuertos; la lucha contra la sequía; los colegios y universidades por todo el territorio; centros de I+D+i; miles de centros de salud; actuaciones en nuestras ciudades y nuestro medio rural; acciones para nuestro patrimonio natural y cultural material e inmaterial… En todos estos ámbitos se ha actuado con Fondos Europeos. Ha invertido el Gobierno de España y la Junta de Andalucía.

La gestión

Termino hablando de gestión. En el periodo 2007-2013, ya cerrado en sus cuentas, diversas regiones de Europa ha tenido que devolver casi 1.600 millones de euros de fondos estructurales que no han ejecutado. España unos 150 millones. Mientras en Andalucía se he ejecutado íntegramente el Marco. No se ha devuelto ni un solo euro y hemos sido formalmente felicitados por la Comisión. Eso sí, compartimos el mérito con el Gobierno de España, como es justo. Mejoras posibles; sin duda. Pero la imagen derrotista no se corresponde a la realidad. Hagan propuestas los actores políticos sin recurrir al catastrofismo. Yo les propongo una: el Gobierno de España no aplica totalmente la adicionalidad a las inversiones en Andalucía. Es decir, ha sustituido buena parte de los fondos propios que debería haber dedicado a Andalucía por fondos europeos. Debe cambiar.


En definitiva, nos hace daño este debate cuando se plantean afirmaciones que son inexactas e injustificadas. Fuera de Andalucía toman nota y actúan en consecuencia, con nuestras instituciones y también nuestras empresas.


Temas relacionados

para ti

en destaque