Una banda reclutada en Georgia desvalijó 14 viviendas en Almería

La Policía recupera objetos robados y entrega casi un centenar de piezas a sus legítimos dueños

Efectos intervenidos por la Policía Nacional en la operación
Efectos intervenidos por la Policía Nacional en la operación La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 26 may. 2018

Una peligrosa banda de delincuentes georgianos duerme en el centro penitenciario de El Acebuche gracias a una investigación del Grupo V de la Policía Judicial de Almería iniciada el pasado mes de enero. La Policía Nacional ha desarticulado una organización acusada de desvalijar, al menos, 14 viviendas en la capital mediante los métodos del ‘resbalón’, ‘ganzuado’ y ‘bumping’.




La banda compuesta por cuatro varones y una mujer presenta rasgos típicos de la delincuencia itinerante. Los presuntos ladrones alquilaron un inmueble en Aguadulce como centro de operaciones para una campaña temporal de asaltos a propiedades en la capital. La lista de víctimas se reparte por la Avenida del Mediterráneo, calle Altamira,  calle Santos Zárate y calle Granada fundamentalmente. Los ladrones buscaban joyas, dinero en efectivo, relojes y ciertos aparatos electrónicos de fácil salida en el mercado clandestino.




Según fuentes de la investigación, el líder del grupo es Beka S. de 32 años de edad “ejercía la dirección de la banda y forma a los integrantes de las distintas células sobre su singular modus operandi empleado para la apertura de las puertas”. En un segundo escalón estaba Gurami S. de 39 años de edad y apodado El Cerrajero. Su función era clave en el desarrollo de los robos y, en cierto modo, jugó un papel importante en la resolución de la investigación policial.




Gurami S. era un verdadero experto en forzar cerraduras y la investigación cree que era un elemento común en los robos gracias a su “gran destreza” especialmente en la aplicación del ‘bumping’ (introducir una llave a la fuerza mediante pequeños golpes hasta hacer girar el mecanismo).




Sin embargo, El Cerrajero fue arrestado en un control rutinario por una infracción a la Ley de Extranjería e ingresó en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) ubicado en Madrid. La banda se quedó sin arma ejecutora y provocó cierto nerviosismo del líder. Beka S. frenó inicialmente los asaltos con la esperanza de recuperar a su experto en cerraduras, pero su prolongada estancia en el CIE le obligó a cambiar los planes. El detenido optó por utilizar a tres compatriotas llegados a España para los robos, según la tesis de la investigación de la Policía Nacional.




A finales del marzo, las cámaras de seguridad camparon a Beka S. mientras recibía a Irakli B. de 31 años, Tamuna Z. de 25 años y Giorgi K. en el Aeropuerto de Málaga. Los agentes seguían los pasos del principal sospechoso y detectaron la llegada de los 'refuerzos' en un vuelo procedente de la ciudad de Estambul.




"La investigación reflejó que este grupo criminal estaba perfectamente organizado y jerarquizado y que sus integrantes se repartían las diferentes tareas”, explica un portavoz de la Comisaría de Almería. “Tenían un experto en cerrajería, un conductor  para los desplazamientos hasta los tratantes de joyas y un jefe que, tras un periodo de inactividad, reorganizó la banda”.

Modus operandi
El modus operandi refleja los principales elementos de los grupos criminales itinerantes. En primer lugar, contaban con la estructura jerarquizada habitual con reparto de roles y responsabilidades. En segundo lugar, realizaban una minuciosa selección de los inmuebles para evitar cámaras de seguridad. Y, en tercer lugar, buscaban la salida inmediata de los objetos robados gracias a la venta en el mercado clandestino y el envío de dinero al exterior mediante empresas especializadas.




La Policía Nacional cerró el cerco sobre los sospechosos y desarrolló la operación de captura a mediados de mayo en Almería. Los agentes localizaron a cuatro miembros (el quinto permanecía en el CIE de Aluche) en un vehículo cuando regresaban supuestamente de un allanamiento.


Los agentes de la Policía Judicial cruzaron sus vehículos para evitar la fuga, pero el arresto no fue sencillo. Los sospechosos opusieron resistencia. Un policía nacional sufrió una fractura en la rodilla y dos agentes resultaron heridos leves con contusiones producidas durante la maniobra para reducir a los presuntos ladrones.


El Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería decretó el ingreso en prisión provisional. La Policía Nacional mide el éxito de esta operación por el volumen de delitos esclarecidos y, además, destaca la importancia de apartar de las calles a grupos que son potencialmente muy dañinos y que podrían haber desvalijado decenas de viviendas en las siguientes semanas. Asimismo, la Policía Judicial ha conseguido recuperar una parte de los objetos robados. Ya se han devuelto a sus legítimos propietarios casi un centenar de piezas.


Temas relacionados

para ti

en destaque