Manuel Peral: "La esperanza es el principal valor que se ha perdido de la Transición"

Es un librero mítico. El fundador en 1977 de la Picasso, un referente cultural y progresista en la Almería de la Transición

Manuel Peral fotografiado en Granada, ciudad donde reside y donde se realizó la entrevista.
Manuel Peral fotografiado en Granada, ciudad donde reside y donde se realizó la entrevista.
Antonia Sánchez Villanueva
21:24 • 04 nov. 2017

El peculiar propietario de la Picasso es único en su género. Tanto por su personalidad, nada dada a la exposicón pública, como por su capacidad de supervivencia en el difícil negocio de las librerías. Siendo un negocio independiente gestiona ya 6 tiendas, 3 en Granada y 3 en Almería. La última, la especializada en cómic. 




¿Son malos tiempos para la lectura y las librerías?
¿Empiezas por el final? Como no sabía qué idea tenías con esta entrevista, me he puesto a pensar en estos cuarenta años que ha cumplido Picasso, y me he dado cuenta de que hubo una primera etapa en que yo fui más librero. Después ya hubo que aprender a hacer números. Pero los primeros dieciocho ó veinte años con la Picasso vieja recuerdo que los sábados era la leche, llegaba todo el mundo, era un punto de reunión cultural y político. Después fue más vertiginoso a partir del año en que abrí la de enfrente, la Lual, ya empezó todo a dar saltos. Punto y aparte, eso es un preámbulo. [Risas] ¿Cual era la pregunta? 




Si son malos tiempos.
Sí, muy malos tiempos. Realmente los años malos para las librerías fueron entre 2011 y 2013. Los años 2015 y 2016 han sido buenos. Nosotros ya el año pasado crecimos pero después de haber tenido una bajada. El mercado del libro general bajó un 40% en términos redondos. Nosotros, consolidando todas las tiendas, bajamos un 26%, ese 14% es la diferencia entre que vivas o que te mueras, porque por lo menos puedes pasar ese nivel de tener los gastos pagados, de poder ajustarse. Cuando tú vendes un 40% menos es que todo es tristeza, todo es inseguridad.




¿Cómo está influyendo internet en este cambio de paradigma?
Hay que distinguir para quién son malos tiempos y quiénes son los enemigos, porque, al fin y al cabo, la cuestión del libro es que se lea, independientemente de quién lo venda. Librerías independientes o personales como nosotros, no es jactarse, pero posiblemente no haya en España otra más. De las librerías que nacieron como nosotros, alrededor de la Transición y del final del franquismo, ninguna que yo sepa tiene una transmisión generacional, son proyectos que van a morir en sí mismos. Y ahora lo único que está surgiendo son pequeñas librerías que yo llamo de autoempleo, que son una pareja, dos amiguetes, muy bonitas, con mucho gusto en la decoración, pero muy minimalistas y muy de amiguetes. Claro, desde ahí hacer competencia al gran mercado y al gran enemigo que es Amazon…. Amazon nos están enseñando dos cosas. Una, que aquello de que el cliente siempre tiene razón, lo lleva a sus máximas consecuencias, y, otra, da respuesta a todo, porque lo tiene todo, y, si no, se busca la manera de tenerlo. Eso está haciendo que la gente, por comodidad o por confianza, esté cayendo en Amazon. En Estados Unidos no sé si es el 50 ó más por ciento, y en España ya tiene un 9% del comercio del libro. Eso me parece un disparate.




¿A los libreros les preocupa?
Hay dos preocupaciones. Primera, los libreros hemos gestionado muy mal, ha habido un funcionamiento muy acomodaticio. Te pido un libro, sí, bueno, una semana. Amazon te dice 36 horas y tienes la seguridad de que lo tienes. Eso está produciendo una revolución, mucha gente no va a poder ponerse al día porque no tiene ni la filosofía, ni el hábito ni el personal educado para hacer eso. Ese cliente a la siguiente vez que intente ir a esa librería, lo primero que hace es mirarlo en Amazon. Si a eso añadimos que muchas librerías no son atractivas para estar dentro de ellas….




¿Porque tienen que ser algo más que un sitio donde se despachan libros?
Evidentemente, pero también hay mucha mitología en los enfoques que tú le des a la librería. Está la mitología del librero prescriptor, pero todo el mundo no puede ser prescriptor para todo el mundo. Es absurdo. Pero lo que creo que se debe hacer es facilitar al cliente dos cosas, que pueda moverse con tranquilidad y comodidad, encontrar lo más fácil posible lo que busca, y, si no lo encuentra, encontrar a alguien que le diga dónde está. Eso para mí es una filosofía de librería, que tiene que ser abierta, espaciosa, cómoda, y que no tiene que darte miedo, como ocurre en muchas, de que si vas a coger un libro se te va a caer un montón. Que te muevas con seguridad.




¿Tiene que tener algo de romántico y de encantador, o eso también es  mito?
Hay una mitología creada en los últimos veinte años, que es lo de la librería, cafetería y rincón de lectura. Y esto me recuerda a mí a los jubilados en el Corte Inglés, cuando se van en verano a sentarse para estar con el aire acondicionado. Hombre, en las librerías tú no vas a pasar el día.




No es una biblioteca, vamos. 
No es una biblioteca y tampoco es una galería comercial. Específicamente vende libros. Lo que tú tienes es que facilitar, si alguien va buscando una novela, que pueda pasar por otras secciones o ver algo más allá que la novela que va buscando. Que no sea tampoco simplemente el simple despacho de esa novela. Espera, porque la pregunta tuya era sobre la cuestión de la intimidad que tienen que mantener…


Sí, ese ambiente encantador...
Ponme un ejemplo. 


Una librería, coqueta, con sillones para leer…
Esa librería que tú me estás diciendo, con un sillón, tiene cuatro libros, no tiene más, y tiene cuatro libros muy seleccionados porque ese librero está haciendo una librería para sí y sus amiguetes, no es el concepto de librería de dar respuesta a todo. Creo que ese no es el camino porque Amazon no te ofrece el rinconcito con sillón, te ofrece el libro en tu casa. Y porque el otro gran peligro también de monopolio viene ahora de las cadenas, aunque están cayendo mucho, El Corte Inglés salió corriendo cuando empezó la crisis, Carrefour, los Alcampo….


¿Hacen mucho daño al negocio?
Hacen daño, sobre todo cuando los años buenos de las novedades. Yo recuerdo cuando toda la saga de Millenium, lo que pudieron vender las grandes superficies era escalofriante. Después los best seller han caído casi más de un 50%. Pero esa gente vende libros. Lo que son librerías independientes, al fin y al cabo son menos del 50% de las ventas de libros, y, a falta de ver la incidencia que está teniendo Amazon, el 50% del comercio del libro lo llevan las grandes superficies. No entremos en detalles, venden lo que se vende, y los libros son tan respetuosos unos como otros.


Comprados en un sitio uotro, ¿la gente sigue leyendo en papel o nos encaminamos a la lectura en pantalla y en el ebook?
Yo no sé en la siguiente generación qué va a pasar con el libro electrónico y con el libro en papel. En principio, ahora lo que ha pasado en España con esa caída del 40% no tiene que ver con el ebook.


Tiene que ver con la crisis entonces. 
Tiene que ver con la crisis, absolutamente. No es que el lector haya dejado el papel y se haya ido a la pantalla, porque el verdadero lector tiene los dos en muchos casos. ¿Cuánta gente compra libros y no los lee inmediatamente? Muchísima. Yo creo que el libro digital todavía no es un peligro. Nosotros tuvimos un acierto, cuando empezó la crisis apostamos por tener libros. Hubo librerías que devolvían libros de fondo para poder comprar novedades, pero tú no vives de novedades, no eres el quiosco del aeropuerto, tú eres una librería y tienes que respetar y mantener tus fondos. Recuerdo haberle dicho a mi gente, que esto se lo creyeran ellos, y que para tener miedo, ya lo tendría yo,  que se dedicaran a vender libros y a tener libros como que aquí no pasara nada, y a mantener una actitud positiva ante los clientes. Porque otra cosa que yo tenía clara en ese momento es que en el mundo este, lo que tuviera que pasar pasaría, pero avisaría con tiempo.


Este negocio es previsible entonces. 
Nosotros ¿a qué población le vendemos libros, al 5% o al 6%? ¿Y cuánta gente lee? Nuestro público es un público fiel, tiene sus hábitos establecidos, el lector lee porque leer forma parte de su vida, entonces tiene que seguir leyendo. ¿Que compre menos o que compre en otro formato? Posiblemente, pero sigue leyendo, sí. ¿Está bajando la lectura con ese bajón que tuvimos en su momento del 40%? Sí. Pero nuestro colchón sigue existiendo. Y si tiene que irse al carajo definitivamente, avisará con tiempo. No se va a producir en dos días. Y yo diría que el 80% ó el 90% de las personas que se pueden considerar lectoras prefieren el papel. 


En los años difíciles de la crisis, ver la Picasso llena de gente ha sido un factor de optimismo en Almería. 
Mira, yo tengo muy mala follá, creo que no he sido una persona agradable, pero te digo, Antonia, que nada de lo que he hecho ha sido premeditado, ni programado. Soy una persona espontánea y muy arriesgada y me meto en historias según el momento de ánimo que esté, por entusiasmo y por impulso. Yo no sé por qué inteligencia emocional he conseguido tener una gente de la que en gran medida me tengo que sentir orgulloso. Si yo te digo que he pisado Lual en los últimos tres meses hora y media, he estado allí, he hablado con Ana, he hablado con Encarni, y después he ido a la de cómic, ¿qué ocurre? Que todo es un todo [risas]…fíjate tú qué frase.


A ver si la podemos descifrar. 
Te he dicho antes lo de la crisis, lo de la actitud, lo del miedo, y la gente es maja, entonces todo es un todo. Si cuando empezó la crisis yo me dejo llevar por el miedo y dejo que me transmitan el miedo, y empezamos a devolver libros, si empezamos a tirar la toalla en el año 2008-2009, ahora mismo ni se habrían abierto las de cómic ni se habría hecho nada, y la Picasso no sería lo que es la Picasso.


¿Es casi un símbolo de la Almería de la Transición?
No es casi, es un símbolo. Piensa que se abrió el 11 de julio de 1977, veinte días después de las elecciones generales. En aquel momento la izquierda en España era el PCE, no existía en PSOE, me diga quien me lo diga. Y mucha gente que colaboró en la creación de la Picasso primigenia estaba en el PCE. La Picasso nació con la Transición, se gestó con la Transición y dio una respuesta… Piensa que las librerías que había entonces en Almería eran la Colón, que vendía libros de texto, la Avenida…


Un símbolo que entonces era un elemento casi subversivo.
En la medida en que la cultura lo es, claro que sí. Nosotros fuimos una librería claramente de izquierdas. De hecho, durante los primeros años llevábamos una distribuidora muy importante, que era Distribuciones de Enlace, que tenía dentro Seix Barral, Barral, Tusquet, todo este tipo de sellos progresistas e innovadores que había en Cataluña fundamentalmente. Claro, murió, porque no supieron dar el salto empresarial que los tiempos demandaban.


Es que además del romanticismo de izquierdas había que gestionar, claro. 
Claro, claro. Y eso fue un acierto. Yo lo tuve. Al cabo de 18 años de estar la Picasso abierta, porque el salto, como te digo, la primera Lual, se abrió en el año 95, del 77 al 95 van 18 años, y después ya sí que todo fue más rápido.


Un hombre de la Transición, ¿cómo vive este intento de algunos sectores de liquidar los valores conquistados entonces?
Te voy a decir la misma cosa con dos vertientes. Me parece que el PSOE entero, y la izquierda entera, debería estar haciendo una sentada protesta desde que se dejó la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Es que la educación del personal ahora mismo, el personal maleducado que tenemos, está a un palmo, o está dentro de los fascismos nuevos. No entiendo cómo no se dan cuenta de eso. Si hubiésemos mantenido y potenciado una educación de la ciudadanía importante, con valores realmente de convivencia y sociales no estaríamos viviendo lo que estamos viviendo.


¿Pero es culpa del PSOE?
Es culpa del PSOE porque el PSOE, aunque no lo haya hecho, lo ha permitido porque tú puedes tener que hacer muchas funciones en tu labor política, pero hay cosas que no tienen vuelta atrás, hay cosas que van a influir en todo.


¿Se están perdiendo conquistas de la Transición?
Joder, a montones. ¿Sabes qué es lo primero que se ha perdido? Lo primero que se ha perdido, que es irreemplazable, es la esperanza. Nosotros en la predemocracia, parecía que todo era esperanza, parecía que todo era posible. De hecho, los mitos de entonces, como el Che Guevara, ahora serían imposibles. La esperanza estratégica también está perdida. ¿Cuál es el romanticismo en el que los separatistas catalanes se  han apoyado? Es que no lo entiendo.


Para alguien de izquierdas el nacionalismo es rechazable. 
Absolutamente, la izquierda, por definición, es universalista, eso lo primero. Pero, lo que te digo es que el romanticismo del separatismo, ¿cuál es? Cuando tú oyes las mentiras esas. Estos días era vergonzoso cuando entrevistaban a un niño en un instituto de 17 o 18 años, era penoso, no sabía por qué estaba ahí. Entonces, lo primero que nos han quitado es la esperanza y lo segundo, la tradición humanística de la sociedad occidental. ¿Qué nos va a quedar dentro de diez o quince años?


¿Existe mucha cultura low cost, de usar y tirar?
Hay un descafeinamiento de la cultura, que es un low cost, evidentemente. Donde más se nota es en la poesía, y en la poesía en las redes. Hay unos movimientos rarísimos de poetas. Yo siempre entendí que un poeta es una persona que, a priori, tenía una vida intensa, un sufrimiento profundo, y una visión aguda del análisis de la realidad. Es que ahora mismo la gente se conforma con nada, da vergüenza ver a la gente que publica cositas por ahí que dices, hijo mío, por qué no lees algo. Pasa también en la novela.


Hay un boom de escritores. 
Es una moda, lo de ser escritor. Y más con las autoediciones.


¿La autoedición está haciendo daño a la Literatura o le está haciendo un favor?
Yo creo que le está haciendo mucho daño a la Literatura sobre todo porque la gente se va a creer que Literatura es eso. También es cierto que la autoedición tiene el recorrido que tiene. Hay un elemento espabilado que te ofrece publicar tu libro en un sello que se supone que es editorial, hace 500 ejemplares, te vende a ti 200 pero pagas 2.000 euros. A partir de ahí no va a distribuir los otros 300 porque las librerías no van a querer y los 200, el autor los va a repartir o los va a vender entre sus amigos. También es cierto que muchas editoriales comerciales se inventan autores, se lo sacan de la manga por vender. Yo creo que esos fenómenos siempre van a existir. Pero no es un peligro para el profundo río de la creación literaria. Sigue habiendo escritores buenos, claro que sí, y sigue habiendo lectores serios.


¿Se lee lo suficiente a los clásicos?
Yo creo que no. El problema es que en esta generación ha habido un salto, la gente no ha enlazado con el 27 ni con los autores de posguerra. Ha habido un vacío ahí, quizá por la influencia de literatura muy invasiva americana. De hecho, en muchos autores contemporáneos su influencia no está tanto en nuestra tradición literaria profunda y seria, sino que da un recorrido a través del cine y de las series, y a partir de esa alimentación cultural están creando, no tanto de nuestra tradición cultural, como de la tradición que ha venido de América. Entonces hay mucha gente que ha mamado directamente todo esto sin haber leído suficientemente la generación del 27, la edad de plata de la creación española. Y no hablemos del Siglo de Oro, o no hablemos de la Ilustración.


Volvemos a los déficit del sistema educativo, 
El sistema educativo tiene para mí dos problemas, uno el sistema y otro los educadores. Hay una cosa que hizo mucho daño, que fue la reforma aquella de los 80 del PSOE, cuando de la noche a la mañana los alumnos le empezaron a decir Pepe al profesor Don José. Aquello fue un disparate absoluto. A partir de entonces se cayó en una deriva, el profesor creo que tiró la toalla, y entonces todo se circunscribía a si tenía 28 alumnos o si tenía 22, si tal y cual. Por eso digo que el sistema ha fallado, pero han fallado también los educadores que han caído en una especie de victimismo. Yo no sé ahora mismo qué es la enseñanza, porque si quitas la filosofía, si le das menos valor a las humanidades, y si a eso le añadimos toda la cuestión de los nacionalismos, que ahora en Galicia se estudien los autores gallegos y nadie estudie a Antonio Machado porque es andaluz, es un reduccionismo muy peligroso. De la misma forma en que estaría de acuerdo yo en que en toda la enseñanza se aprendiese a hablar castellano, un poco de euskera, un poco de gallego y un poco de catalán. Es que es penoso la forma en que nos damos la espalda.


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