Colega sube de nivel bajando de planta

La asociación inauguró ayer su nueva sede en la capital, que servirá para dinamizar al colectivo

La inauguración  de la nueva sede de Colega contó con una nutrida representación política y social.
La inauguración de la nueva sede de Colega contó con una nutrida representación política y social.
Rosa Ortiz
21:55 • 23 mar. 2017

Cuando hace ahora casi 18 años la asociación Colega abrió su primera sede en Almería lo hizo en una cochera en la que Antonio Ferre, su presidente y alma mater, pintó un arcoíris . “Me tiraron hasta piedras”, recordaba ayer, en la inauguración del nuevo espacio con el que ya cuenta la organización. Una planta baja que es, para el colectivo, un éxito y un logro superado. Lo definió muy bien ayer ayer el concejal de Fomento, Comercio y Playas del ayuntamiento de Almería, Carlos Sánchez: “Colega ha subido el nivel bajando de planta, ha pasado de un entresuelo a una planta baja. Algo que para los demás es algo normal, para un colectivo como éste durante muchos años ha sido una misión imposible por los ataques y los insultos”.




La inauguración contó una nutrida presencia de representantes públicos y políticos de todos los signos. Del Partido Popular, además de Sánchez, estuvieron en el acto Ángel Escobar, diputado de Servicios Sociales y las parlamentarias Carmen Crespo y Aránzazu Martín, entre otros. Del PSOE, el delegado de Igualdad, José María Martín, que estuvo acompañado por el senador Juan Carlos Pérez Navas, el diputado Juan Jiménez o la concejala Inés Plaza. 




También estuvo el secretario general de Podemos en Almería, Antonio Heras, además de representantes de la Policía, Guardia Civil, la Universidad y otras asociaciones como la FAAM. Todos destacaron la labor que realiza Colega y su implantación en la sociedad almeriense. “Nos gustaría que este lugar estuviera lleno todos los días y que sirva de espacio para trabajar en red con otras asociaciones”, señaló Antonio Ferre. 




Entre los retos del colectivo, el presidente de Colega señaló ayer que el principal es conseguir la igualdad real. “Existe en los papeles y en las leyes, pero luego la realidad es otra y queda mucho por hacer. Como dice la canción, vamos despacito”. El otro gran reto es la visibilidad para, desde ahí, seguir combatiendo la homofobia y la transfobia. 




“Que nos hayamos atrevido a estar a pie de calle ya es un gran paso. Hemos estado en una entreplanta porque hemos tenido que aguantar muchos insultos, pero vamos camino de normalizar las cosas”, contó Ferre, exultante tras inaugurar la nueva sede.







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