Normas,Límites y Gestión del Enfado, taller para familias en Actívate Psicología

Dirigido a padres y madres, tendrá lugar el sábado 8 de febrero

La infancia es una etapa fundamental para establecer normas, límites y  aprender a gestionar el enfado.
La infancia es una etapa fundamental para establecer normas, límites y aprender a gestionar el enfado. La Voz
Rosa Díaz
21:35 • 13 ene. 2020

Actívate Psicología, organiza  el Taller Normas,Límites y Gestión del Enfado, dirigido a padres y madres donde se trabajará desde los principios de la educación positiva y de forma eminentemente práctica, el desarrollo de diferentes habilidades y estrategias para promover el seguimiento de instrucciones,  la cooperación y la autonomía, reconducir la conducta desobediente y gestionar el enfado.



Objetivos



- Comprender los principios de la educación positiva y sus beneficios



- Conocer el desarrollo psicológico infantil y sus necesidades



- Reflexionar sobre la influencia de la conducta parental en niños y niñas



- Aprender estrategias y herramientas para promover comportamientos positivos, reconducir conductas no deseadas y gestionar las situaciones de conflicto.



Fecha e inscripción



El Taller se desarrollará el  sábado 8 de febrero,  de 9:30  a 13:30h y el precio de inscripción es de 30€. Las personas interesadas pueden solicitar más información o formalizar inscripción en el propio centro, C/ Pío Baroja, 3 (Barrio de Nueva Andalucía) o teléfonos 673 264 528 / 617 660 058. Imparte  Sergio Pallás Sanz. Psicólogo (nº Col. AO07820). Máster en orientación familiar e intervención psicológica en la infancia y adolescencia.

La gestión de emociones en la infancia

La desobediencia y la conducta agresiva son uno de los problemas que más preocupan a padres y madres. Además, son el principal motivo de consulta de familias con niños/as de entre 3 y 8 años.

Muchos de estos comportamientos son propios de estas etapas del desarrollo infantil y con la edad (y una buena dosis de paciencia), tienden a disminuir. Sin embargo, estos comportamientos pueden cronificarse, haciéndose más frecuentes e intensos y generalizarse a otras situaciones. Cuando esto ocurre, la consecuencia puede ser el desgaste de las relaciones familiares y sociales así como una disminución del rendimiento académico.

Así pues, en esta etapa surgen numerosas situaciones conflictivas que tienen que ver con la gestión de emociones como la frustración y el enfado. Situaciones que, de “llevarse a buen puerto”, permiten al/la niño/a desarrollar habilidades de autocontrol. Gran parte del “peso” de este aprendizaje depende, principalmente, del quehacer de padres y madres: saber escuchar, habilidades de comunicación, capacidad para sintonizar con las necesidades del/la niño/a, saber motivar, saber negociar y resolver problemas, habilidades de autocontrol…son habilidades necesarias para poder facilitar este aprendizaje a niños/as.


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