Roquetas de Mar

Volver al sol, volver al mar

La sal en la piel, los planes sencillos, la arena bajo los pies. Roquetas de Mar es el lugar donde volver a sentir el verano, donde volver al sol y volver al mar. Una ciudad que combina grandes extensiones de parajes naturales a pie de playa, e incluso marítimos, con todo tipo de servicios y posibilidades de ocio.

Sus playas son su tarjeta de presentación. Grandes extensiones de arenales en dieciséis kilómetros de litoral en los que es posible disfrutar de la comodidad de las infraestructuras que hacen que el municipio renueve anualmente sus distintivos Q de Calidad Turística, Banderas azules, Banderas Ecoplayas y certificados ISO 9001.

Roquetas de Mar es referente nacional en la accesibilidad de sus playas desde que hace dos décadas fuera pionera en la instalación de elementos accesibles y en la eliminación de barreras. Cada una de las seis playas urbanas cuenta con una zona sombreada y entarimada, a la que se accede por pasarelas con atención de personal especializado. Sillas anfibias, muletas y hasta asientos en el mar. La ciudad continúa eliminando barreras que permiten que los arenales roqueteros sean referente en todo el litoral mediterráneo.

Roquetas de Mar

Las seis playas urbanas ofrecen también la posibilidad de disfrutar de cualquier deporte. Cuentan con dos canales náuticos, diversos puestos de piragüismo, windsfur, paddelsurf o kitesurf, espacios reservados para practicar voley-playa o instalaciones de calistenia y biosaludables. Los espectaculares fondos marinos, llenos de vida, tanto vegetal como animal, rondan en una profundidad de entre 1 y 30 metros con unos paisajes de una belleza muy singular donde los visitantes, siempre de una forma respetuosa con el medio, pueden disfrutar del snorkel o submarinismo deportivo.

Los más pequeños disponen de innumerables zonas de juego junto al Paseo Marítimo que es recorrido a diario por corredores, ciclistas y paseantes. Y en los numerosos chiringuitos se ofrece una gastronomía basada en productos locales frescos de enorme calidad, tanto provenientes de la tradicional pesca artesanal como de la agricultura. No en vano, el primer invernadero fue construido en Roquetas de Mar.

Pero para quienes prefieran la tranquilidad de la naturaleza, las tres playas no urbanas del municipio son el escenario perfecto. Rodeadas de los humedales Punta Entinas Sabinar y Ribera de la Algaida, destacan por su biodiversidad y la presencia de especies de aves únicas como la cerceta pardilla. Es posible recorrerlos a través de espectaculares senderos y pistas ciclistas y sentir la libertad y belleza de unos enclaves únicos.

En el mar, las praderas submarinas de posidonia oceánica son uno de los hábitats de mayor importancia ecológica del Mediterráneo y, paradójicamente de los más amenazados debido al desarrollo costero.

El centro de interpretación Aula del Mar se encarga de difundir los valores de este importante patrimonio natural mediante juegos y talleres con todo tipo de públicos, especialmente menores. También se puede conocer la riqueza marina en el único Aquarium de la provincia de Almería.

Y en esos 16 kilómetros de litoral con los que cuenta Roquetas de Mar destacan sus dos Puertos, cada uno de ellos con un espíritu distinto, entre la tradición y la innovación, entre la historia y la modernidad.

El Puerto de Aguadulce constituye una de las principales muestras de la modernidad del municipio de Roquetas de Mar, aparte de uno de sus más prósperos enclaves turísticos y comerciales, contando con un importante núcleo de equipamientos de hostelería, comercio y restauración, siempre concurrido, gracias a que se trata de un entorno privilegiado en cuanto a climatología y servicios: área comercial, varadero e instalaciones portuarias.

El Puerto de Roquetas está situado en un fondeadero natural bajo el Castillo de Santa Ana y el Faro, a medio camino entre el importante enclave turístico de Aguadulce y las Urbanizaciones de Roquetas y Playa Serena. Supone un contrapunto al Puerto Deportivo de Aguadulce, en tanto que se trata de un enclave que destila el sabor marinero y tradicional de una zona que dio origen al municipio de Roquetas de Mar. Desde su espigón se pueden contemplar algunas de las más bellas estampas del municipio.

Las posibilidades de ocio no se quedan junto al mar sino que la ciudad dispone de importantes escenarios culturales y de un tejido comercial y de restauración que se extiende a lo largo de los distintos núcleos y que destaca por su variedad y calidad.

De la historia monumental de Roquetas de Mar destacan el Castillo de Santa Ana y el Faro, usados como centros de exposiciones culturales y actos de la vida pública de la ciudad. También la Torre de Cerrillos situada en pleno paraje natural de Punta Entinas – Sabinar, y aunque aún no es posible visitarse, los restos de Turaniana, que abarcan desde el final de la Edad de Bronce hasta la etapa musulmana.

Roquetas de Mar

En cuanto a su gastronomía, a pesar de ser un municipio relativamente joven como tal, los lazos que unen a Roquetas de Mar con su puerto pesquero y con su campo le permiten gozar de una gastronomía propia de la cocina popular, estrechamente ligada a su historia. Una historia que comienza con unos grupos de pescadores y salineros que se asientan alrededor del Castillo de Santa Ana a mediados del siglo XVIII y que dan a la gastronomía roquetera un fuerte acento marinero. En el interior, la calidad de la agricultura intensiva de la Comarca del Poniente, conocida en todo el mundo, permiten completar un cocina mediterránea y contemporánea por su ligereza, variedad de sabores y reconocidos efectos saludables.

Todos los ingredientes para que este verano vuelvas al sol y vuelvas al mar en Roquetas de Mar.

16

kilómetros de
litoral

6

banderas
azules

102500

habitantes tiene
el municipio

60

Km cuadrados
de superficie

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