La impunidad de una muerte

José Ruiz Fernández, Escritor

Javier Verdejo Lucas

  • La Voz
El día 13 de Agosto se cumple el 42 aniversario de la muerte del joven almeriense Francisco Javier Verdejo, a consecuencia de un disparo realizado por la Guardia Civil de Almería, al huir tras ser descubierto e iniciar una pintada en el balneario de San Miguel. Javier sólo pudo escribir las primeras letras del lema que tenía previsto pintar: “PAN i T…”, mientras que sus compañeros de aventura salían huyendo para evitar ser detenidos y acusados de un delito de propaganda ilegal. A pesar del tiempo transcurrido, ningún Juzgado de Almería ha esclarecido los hechos que ocurrieron aquella noche fatídica, no obstante las distintas versiones que se dieron de la muerte de Javier Verdejo. Nota informativa Así, la Dirección General de la Guardia Civil hizo pública esta nota informativa: “Sobre las 24 horas del día 13, cuando una pareja de la Guardia Civil de vigilancia del puesto del Zapillo estaba de servicio, sorprendió a cuatro individuos que, al observar su presencia, salieron corriendo. Ante esta actitud sospechosa, la pareja les persiguió y dio repetidas veces la voz de `alto a la Guardia Civil´. Durante la persecución, uno de los guardias tropezó y el arma, un Z-62, se le disparó causando la muerte de uno de los que huían que resultó ser el joven de 19 años Francisco Javier Verdejo Lucas, soltero, estudiante. Posteriormente se comprobó la existencia de unas pintadas en el punto en que se inició la huída, y en poder del fallecido spray de idénticas características de los letreros”. Versión oficial Tampoco tuvo mejor fortuna la versión oficial ofrecida por el Gobierno Civil de Almería, a cuyo frente estaba el fiscal, Roberto García Calvo. La nota decía así: “Sobre las 24 horas del día 13, cuando una pareja de la Guardia Civil de vigilancia nocturna prestaba sus servicios en las inmediaciones de la playa, a la altura del balneario San Miguel, observó la presencia de cuatro individuos que en actitud sospechosa merodeaban por aquel lugar. Al acercarse a los mismos con objeto de identificarlos se dieron a la fuga, saliendo en su persecución la pareja, a uno de cuyos números, al correr detrás del que había huido en dirección a la playa y tropezar, se le disparó el arma alcanzando el proyectil al que resultó ser el joven Francisco Javier Verdejo Lucas, de 19 años de edad, natural y vecino de esta ciudad, quien resultó muerto. El resto de los huidos aún no han sido identificados ni localizados. Instruye diligencias el Juzgado Militar”. Accidente fortuito Esta nueva versión de los hechos fue inmediatamente puesta en entredicho por todas las fuerzas políticas y sindicales de la oposición democrática de Almería, que no podían creer que se tratara de un accidente fortuito, teniendo en cuenta la trayectoria del proyectil, que según un médico amigo de la familia Verdejo había entrado por la garganta y había salido por el hueso occipital, lo que venía a demostrar que el disparo había sido realizado de frente, a una distancia de siete a diez metros, no por la espalda. No nos consta que la Dirección General de la Guardia Civil ni el Gobierno Civil de Almería abrieran algún expediente informativo o disciplinario al autor del disparo, a pesar de que los grupos políticos de la oposición habían pedido que se abriera una investigación. Comisión investigadora Fue por ello por lo que la Asociación Democrática de la Juventud, organización a la que pertenecía Javier Verdejo, creó una comisión investigadora, que pidió entrevistarse con el Presidente del Gobierno, sin éxito, para informarle del hallazgo de restos de sangre en el suelo, pared y techo de una caseta de baño, de la que se tomó una muestra, y que se envió a analizar a un laboratorio de Madrid, por vía notarial, con el fin de corroborar si se trataba de la sangre de Javier Verdejo. Sin embargo, nunca se conoció el resultado de dicho análisis. Sí es cierto que un juez ordenó el levantamiento del cadáver en la playa de San Miguel, y que el Juzgado Militar de Almería instruyó un procedimiento para averiguar la causa de la muerte del joven almeriense. Sin embargo, las diligencias terminaron archivándose por falta de pruebas. En el imaginario popular ha quedado la convicción de que la muerte de Javier Verdejo no fue una muerte fortuita, sino un homicidio con todos los ingredientes de un asesinato (alevosía y nocturnidad). Esta convicción quedó confirmada por el testimonio de una de las personas que acompañaron a Javier Verdejo en su aventura, testimonio que apareció publicado en el periódico “La Voz del Pueblo” de 1 de septiembre de 1976: “Cuando el camarada Javier estaba pintando, dos de nosotros advertimos la presencia de los civiles, uno de los cuales encendió una linterna y se dirigió hacia él. Nosotros gritamos: ¡Javier corre! Al oír el grito, Javier vio al guardia que se encontraba a su altura y salió corriendo hacia la playa para tomar un callejón que hay en las proximidades. Allí se encontraba el otro guardia civil, al que Javier no había visto, quien le dio el alto disparando al instante. El alto no se dio más que una vez y no se oyó más que un disparo. No sabemos si logró esquivar al segundo guardia, pero estamos seguros de que no fue asesinado en la playa ya que no le dio tiempo a correr tanto. Si hubiera querido le podría haber cogido; creemos que le disparó de frente”. Ante este testimonio, sobran los comentarios. En todo caso, sí quiero recordar que a la altura del año 2018 no se ha hecho justicia con la muerte de Javier Verdejo y el autor del disparo sigue impune.