A ti mamá que te echo de menos todos los días

9º Aniversario luctuoso

María Abad Plaza

  • Alejandra Abad

Da igual que hayan pasado 9 años o 9 meses, tu ausencia es siempre notoria.


Una madre es siempre una figura irremplazable en la vida, una pérdida asumible en el tiempo, con una intensidad aguda de dolor al principio, pena en el proceso y un recuerdo que se esboza bonito en el presente.


Todos deberíamos agradecer más a nuestras madres, si es que no se hace lo suficiente, lo que hacen por nosotros, lo que hicieron y el cariño, el amor y el aprendizaje que nos dejan.


Echo de menos no tener una conversación adulta con ella, preguntarle cómo afrontar ciertos aspectos de la vida, qué enfoque darle y simplemente dejarme descansar en sus brazos o sentir su protección. ¡¡Qué fácil era entonces!!


En estos nueve años sin ti, cada día es una lección de vida, a veces sonrío forzosamente para no llorar después, como decía, no se supera, pero sí se aprende a vivir con ello, aunque el proceso sea lento, cada uno tenemos nuestro ritmo de duelo, de dolor, de integración, de hacerlo partícipe en nuestra vida y aprender a llevarlo.


Siempre tengo palabras de agradecimiento, de amor y de cariño por todo lo que me brindaste, las recojo de nuevo y me reitero en ellas.


Un beso al cielo mamá, mi María, sigue protegiéndome, sigue guardándome, y espérame que algún día estaremos juntas.


Te quiere eternamente, tu hija.