Nació en el municipio almeriense de Antas en 1941 en una familia vinculada tradicionalmente con el ejercicio del magisterio en el Levante almeriense.
Maestro nacional desde los dieciocho años, época en la que recorría a pie la distancia entre el pueblo y las pedanías del municipio para impartir sus clases, posteriormente desempeñó durante un largo periodo la labor de director del Colegio Público “El Argar”, donde combinó una intensa labor formativa con una decidida apuesta por el fomento de las actividades culturales y deportivas, liderando un comprometido equipo docente que influyó notablemente en el desarrollo profesional y personal de numerosas generaciones de antenses.
Posteriormente se diplomó como Graduado Social, siendo uno de los pioneros en el desarrollo del asesoramiento empresarial en la comarca del Levante a través del proyecto Argar Asesores.
Hombre de familia, padre de tres hijas y cariñoso abuelo, su notable trayectoria vital y profesional estuvo complementada por una intensa actividad de difusión cultural e investigadora.
Enamorado de su pueblo, de su entorno y de su pasado, durante muchos años fue reuniendo una ingente información de carácter histórico y natural sobre Antas, que en los últimos años de su vida se esforzó por divulgar entre los vecinos del municipio y los ciudadanos almerienses en general, motivo por el que en 2019 el Pleno de la Corporación de Antas decidió por unanimidad nombrarle cronista oficial de la localidad. Otros reconocimientos que recibió fue el Premio Levante a la Cultura.
Bajo la premisa de que “el hombre y sus sueños están hechos de la misma materia que su entorno”, Don Gabriel, como siempre ha sido conocido en la comarca, durante los últimos años de su vida se esforzó en poner en valor todos los aspectos que identificaban las señas de identidad de su tierra a los que por desidia no se les prestaba interés.
Monumental obra
Fruto de este intensa actividad investigadora y divulgativa, es su monumental obra Apuntes para una historia de Antas, colección en la que a través de numerosas obras trató variados temas como la arqueología y la cultura argárica, la historia del agua, la iglesia parroquial, la ermita del Cabezo María, el vulcanismo de la zona, siempre con el objetivo de abrir líneas de investigación que fueran posteriormente desarrolladas por las siguientes generaciones de investigadores. Prueba del titánico a la vez que desinteresado esfuerzo que supuso esta labor, es que gran parte de las publicaciones fueron sufragadas por el autor, con la colaboración puntual de empresas, editoriales y administraciones de la zona.
Pero sin lugar a duda uno de los aspectos principales por los que será recordado Don Gabriel, es por su decidida labor en la puesta en valor del yacimiento antuso de El Argar dentro del esfuerzo de recuperación de la cultura argárica. Hasta literalmente los últimos momentos de su vida se volcó en con convencer a las autoridades culturales provinciales y andaluzas no renunciaran a reivindicar la importancia de los yacimientos de esta cultura que atesora el Levante almeriense frente a comunidades limítrofes que intentan de alguna manera monopolizar los esfuerzos investigadores relacionados con esta singular cultura.
Sin duda alguna, continuar sus esfuerzos en esa línea, es el mejor homenaje que se le puede hacer a un gigante intelectual de la talla de Don Gabriel Martínez Guerrero.