Ayer amanecimos con una desagradable, mala e impactante noticia, aunque sabíamos que esa grave y letal enfermedad, cáncer, se había instalado hace un tiempo en nuestro Emilio Castellón López, no ha podido con ella y falleció la noche anterior.
Emilio Castellón López, para aquellas personas o generaciones que no lo sepan, forma parte de ese pequeño grupo de deportistas almerienses, andaluces, que fueron pioneros, en nuestro deporte, jugador básicamente dedicado a practicar, jugar y deleitarnos tanto con la paleta como la pala corta. Se inició en el mundo de la Pelota a finales de los 70 al mando de nuestro Presidente de Honor José Antonio Cruz Almansa, y de nuestro actual Presidente Francisco J. Ros Ortega, y de José Antonio Zamora, con los que paseó su exquisita técnica y su genio y personalidad arrolladora por toda España, junto a su inseparable compañero Juan Fco. Rdguez. Jiménez “Bollo” .
Yo también tuve la suerte y el honor de vivir junto a él muchos viajes por el territorio español, y recordaré siempre su peculiar personalidad, que no dejaba a nadie impasible. Allá por donde jugaba dejaba su impronta, técnica, potencia, personalidad y genio, cualidades estas que le llevó en 1.984 a conseguir el primer galardón nacional en pala corta juvenil, asombrando por su juego a toda la élite de nuestro deporte, pues unos “jovencitos” de Benahadux (Almería) arrasaban y se imponían a las grandes potencias vascas, poniendo a su pueblo Benahadux y a Almería en el mapa nacional, posición en la que aún hoy perduran.
Emilio Castellón abanderó, allanó y lideró, junto con las personas antes mencionadas, el camino por el que han pasado algunos otros campeones nacionales, unos de Benahadux y otros de Gádor y Almería, pero todos ellos deben agradecer y rendir pleitesía a Emilio Castellón, genio y figura, estandarte de la Pelota almeriense y andaluza y abanderado del C.P. Benahadux, club de sus amores, y que debe estar llorando tan triste perdida.
Desde estas líneas queremos enviar un gran, sentido y muy sincero abrazo a su familia, amigos y conocidos.
Emilio, allá donde estés, siempre serás recordado como un gran personaje, único, especial y precursor de las generaciones que te han sucedido.
D. E. P.