El último gentleman

David de Callejón

Juan Callejón Mac-Donald

  • La Voz

En Dalías, su pueblo y el mío, se nos ha ido como del rayo Juan Ventura de Callejón Mac-Donald, a quien tanto quería.


Nos has dejado, tal y como nos acompañaste, con serenidad. Un caballero de otros tiempos, de épocas donde la educación y la cortesía eran apreciadas. Supiste, como nadie, combinar el ingenio británico con las ganas de vivir mediterráneas, la realidad con la imaginación.


Nos enseñaste que una palabra irónica desarma más que mil gritos verduleros. A tu espalda aprendimos que subir a un árbol es natural, que Tarzán existía y que las aventuras se viven de verdad.


De niños, escuchamos absortos historias de otras épocas, de autobuses de dos pisos, perdigones de sal, tesoros enterrados en el jardín, abuelas que tomaban el té a las cinco, bajo un árbol de laurel, y bisabuelos que fotografiaban cortijos en compañía de un burro.


Comprendimos que la velocidad de un coche antiguo era la adecuada. Que los barcos se construían con manos y mente. Y que la libertad es el bien más preciado. Ese quizás sea tu legado.


Creo que fueron cientos o miles las personas que disfrutaron de nuestra casa y el jardín. Muchos se acordarán de tu hospitalidad al leer estas líneas.


Tu viaje a Ítaca ha sido largo, colmado de aventuras, lleno de experiencias. Intentaremos seguir tu ejemplo. Permanecerás en nuestra memoria y te aseguro que tu recuerdo surgirá mil veces en nuestras conversaciones, cuando recordemos tantas anécdotas y aventuras. Buen viaje.