Verónica Forqué, la actriz de la sonrisa eterna

Antonio Torres

Verónica Forqué

  • La Voz

La actriz Verónica Forqué (Madrid, 1955) se suicidó el pasado lunes por culpa de una enfermedad mental de la que no se había recuperado. El mundo del teatro, el cine y la televisión expresaron gran admiración por una persona encantadora. Conocía el tesón de la provincia de Almería y admiraba, “la luz, los colores y los contrastes para trabajar y disfrutad”. Un día la invité a pasar por Canal Sur Radio y Televisión y tras las entrevistas de rigor pidió un taxi para ir a Ejido Hotel. Me ofrecí a llevarla en mi vehículo y durante el almuerzo, junto al productor Federico Ríos, la vi muy pendiente del teléfono con y de las conversaciones con su hija en la que no se ponían de acuerdo sobre un viaje a Reino Unido. Hasta cuando reñía, siempre pensando en lo mejor para su familia, era tan dulce como en el cine. Preguntaba por el origen y evolución del cine de Almería, la falta de comunicaciones, o la relación con el teatro, su pasión y algunas cuestiones sobre Yerma o Bodas de sangre de Lorca y el Sur. Nos dejó una profunda huella por su derroche de humildad y humanidad.


Reiteró la fascinación por Mojácar se produjo durante los primeros rodajes y con visitas familiares en verano, junto a su niña, y el entonces marido el director de cine alicantino Manuel Iborra, era manifiesta hasta el punto que el desaparecido alcalde mojaquero Juan García Flores “El Carrillón” le otorgó el Indalo de Oro en Madrid FITUR 1996. Las casualidades de la vida, hizo que nos encontráramos en la gasolinera de Los Gallardos y me volvió a subrayar que tenía un montón de proyectos, y pudo firmar algún autógrafo con su exquisita educación.


El suicidio de la actriz está suscitando un sinfín de opiniones sobre la importancia de la salud mental y la poca visibilidad que ello tiene en nuestra sociedad. Una actriz que está en la memoria de todos por su forma de ser sencilla, atenta con el público y cuya pérdida ha dolido mucho. El concurso de TVE Masterchef Celebrity fue su última aparición, aunque el programa estaba grabado desde julio se informó del mal momento que estaba pasando la admirada actriz y su rotunda confesión de que no podía más. Todos los que percibimos el momento quedamos tristes y ahora es bueno reflexionar para tomarse en serio las depresiones. A las buenas personas les ocurren esas cosas. Nadie la defendió ante tanto ataque en redes sociales donde fue juzgada con comentarios insensibles, penosos que confiamos que algunos se lo piensen para respetar al vecino o al familiar. No es una enfermedad banal como nos advierten cada día los profesionales de la Salud mental.