Su bondad ganó a todos Francisco Roldán, guardia civil

Antonio Torres

Francisco Roldán

  • La Voz

Los restos mortales de Francisco Roldán Córdoba (Granada, 1925), padre del periodista y documentalista de Canal Sur Radio y Televisión en Almería, Ángel Miguel Roldán Molina, recibirán cristiana sepultura, hoy martes, en Granada. Un hombre ejemplar, bueno, generoso. Nunca se quejaba y solía decir que la vida “hay que afrontarla como viene”. Lo entendió y apostó por Almería como antes le abrió el camino su hijo. Sin pensar demasiado, vivió la Guerra Civil y lo que vino después. Se refugió en el ejército para poder llevarse un rancho diario y ser una boca menos que su padre tuviera que alimentar en aquellos años difíciles para todos. Nunca hablaba de penurias, ni mal de nadie. Ejerció de Guardia Civil en Córdoba, Barcelona y Granada, donde se casó con su amada Carmen. Tuvieron cuatro hijos. Con 80 años, se hizo profesor de informática y tai chi. Quiso pasar sus últimos años, acompañando a su hijo Ángel en Almería, porque “andaba muy solillo”. La respuesta de su hijo: “Mi padre me hace mejor persona y aprendo diariamente de él”. Los parques y calles almerienses Francia, Marruecos, Italia, eran su punto de encuentro diario para pasear y echar un rato sobre la vida o el temporadón futbolístico de su Granada que por culpa de la pandemia no ha podido disfrutar. “El solecito y el clima de Almería son maravillosos”. La coordinadora de Informativos de Canal Sur, Rocío Amores, rememoró las experiencias con dos seres de luz. “Al lado de su hijo en Almería estaba su paz y su razón de ser y existir”.

 

Francisco Roldán acompañó a su hijo Ángel en la presentación del libro “¡Llévame contigo, ahora o nunca. La historia jamás contada de Bodas de sangre!” que se presentó en Granada y en el Museo Arqueológico de Almería. Emulando a Francisca Cañadas, la protagonista real de la obra de Lorca, Francisco, siempre se movió por amor y admiración a su hijo Ángel Miguel Roldán Molina que dio toda, todo su generoso amor, la entrega de amor que en la historia puede haber. En el mundo puede que hay personas que les iguale, pero superarles, nadie. Muchos somos testigos de esa admiración, respeto y amor. Su bondad ganó a todos.