Adiós al rector de la Complutense que lanzó los cursos de verano en Almería

Antonio Torres

Gustavo Villapalos

  • La Voz

Las localidades de Purchena, Oria y Sierro fueron las que por razones sentimentales más cerca estuvieron del exrector de la Universidad Complutense Gustavo Villapalos Salas que falleció en Madrid, su ciudad natal, a la edad de 71 años. Siempre estuvo vinculado con Almería por el origen de sus padres y abuelos en torno a la zona del Almanzora. El abuelo materno Ángel Salas, natural de Sierro, tenía una fábrica de mármol en el cortijo de Parolla (Purchena).


La Almería universitaria recuerda permanente a la persona, artífice de que los cursos de verano de la Complutense pudieran desarrollarse en varios puntos de la provincia. En Purchena, siendo alcalde Luis Caparros Mirón, lo nombraron Hijo Predilecto. Dos puntos fundamentales del municipio, la biblioteca y la Plaza Gustavo Villapalos, constituyen un homenaje permanente. En Almería está la calle Gustavo Villapalos en las inmediaciones del Parque de Carrefour.“Villapalos mostró con creces todo su cariño y compromiso con la cultura de Almería”, afirmó en la tarde de ayer el exalcalde de la sede de los Juegos Moriscos de Abén Humeya Caparrós Mirón, “todos lloramos la pérdida de un hombre tan entrañable. Descanse en paz y el manto de nuestra patrona, la Virgen del Carmen, lo abrigue y lo lleve al edén de la felicidad eterna y a sus hermanas, Esther y Paloma, y a su familiar, el arquitecto Evaristo Martínez, hijo de Socorro Salas Rubio, le dé fuerzas y valor para superar tan querida pérdida”. Siendo Rector de la Universidad Complutense de Madrid, en el periodo 1987-1995, recuperó su vinculación con la provincia y convirtió a Purchena y Aguadulce como sedes fijas de los cursos de verano de la Complutense que trajeron a la provincia a los grandes pensadores de España e internacionales del nivel de Mario Benedetti


Fue consejero de Educación, Cultura y Deportes en el gobierno de la Comunidad de Madrid cuando era presidente Alberto Ruiz-Gallardón, fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Rey Juan Carlos en la ceremonia de apertura de curso de 2014. Ahí concluyó recordando las palabras de Ortega y Gasset cuando afirmó: los hombres no se reúnen para estar juntos sino para hacer cosas juntos”.


La polémica Cristina Cifuentes y su marido mantuvieron una sólida amistad con el catedrático Villapalos. Según contó El Plural en 2016, Cifuentes participó activamente en los grupos de apoyo para que él se convirtiera primero en decano de la Facultad de Derecho y después en rector. Precisamente en esos grupos conoció la presidenta madrileña a otro de sus amigos, Dionisio Ramos, vinculado después al tamayazo, que formó parte del tribunal de la oposición en la que Cifuentes logró su actual puesto de funcionaria y que entre 2011 y 2012 también hizo el polémico máster de la dirigente madrileña. Las carreras de ambos crecieron además en paralelo. En 1995 Gallardón nombró al entonces rector consejero de Educación y Cultura. Y ese mismo año Cifuentes, que ya era diputada autonómica desde hacía cuatro, lograba acceder a la dirección de un colegio mayor administrado por la Complutense, El Mundo narró el paso de la expresidenta madrileña por dicha residencia femenina. Fue decisivo, ya que por primera vez permitió que las estudiantes no tuvieran un horario de llegada, algo revolucionario en la época”.


En los últimos años, tal como el que deja de mandar en cualquier institución, y por definición de lo que ocurre con el género humano, le dieron de lado. De todas formas, su influencia fue enorme no sólo en la Complutense, la Universidad más grande de España, sino también en otras universidades. Como muestra, en algunas facultades madrileñas había quien se refería a él en círculos públicos como Gustavo, sin mencionar su apellido. Se quería dar así la impresión de cercanía o relación personal, fuese real o impostada”, me confesó ayer un profesor, alejado de los egos que genera el espectáculo.