Muere Michel Piccoli, protagonista de ‘Agentes Dobles’

Emilio Ruiz

Michel Piccoli

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Uno de los grandes nombres del cine francés, Michel Piccoli, falleció el pasado martes a la edad de 94 años, debido a un ‘accidente cerebral’, según ha informado la familia. Protagonista de  innumerables papeles en clásicos del cine, como ‘Le mépris’ (1963), de Jean-Luc Godard, ‘Bella de día’ (1967), de Luis Buñuel, o ‘La gran comilona’ (1973), de Marco Ferreri, Michel Piccoli debutó en el cine en el año 1949 con ‘Le point du jour’, de Louis Daquin.


Ha sido uno de los actores predilectos de Luis Buñuel, con el que trabajó, además de en ‘Bella de día’, en otras cuatro ocasiones en ‘Diario de una camarera’ (1964), ‘La Vía Láctea’ (1969), ‘El discreto encanto de la burguesía’ (1972), y ‘El fantasma de la libertad’ (1974). También fue uno de los actores preferidos de Claude Sautet,  con quien trabajó en ‘Las cosas de la vida’ (1970), ‘Max y los chaterreros’ (1971), ‘Mado’ (1976) y ‘Tres amigos, sus mujeres... y los otros’ (1974), y de Marco Ferreri, con quien colaboró en ‘Dillinger ha muerto’ (1968) y ‘No tocar a la mujer blanca’ (1974), entre otras películas.


A lo largo de sus 70 años de carrera no solo como actor, sino también como productor, director y guionista, en su haber contaba con numerosos premios, como el de mejor intérprete masculino en el Festival de Cannes de 1980 gracias a ‘Salto al vacío’, de Marco Bellocchio.


Su paso por Almería En 1964 participó en una película rodada en buena parte en tierras almerienses, principalmente en los parajes del Cabo de Gata. Se trata del film ‘Agentes Dobles’, bajo la dirección de Basil Dearden. La película cuenta la historia de unos diplomáticos británicos que están a pocas semanas de firmar  un acuerdo con un país del Oriente Medio para un nuevo contrato del petróleo favorable para sus intereses. Sólo hay un problema: el hombre con el que debían cerrar el trato, el Príncipe Jamil, heredero al trono de este rico país, aún no ha llegado a la edad mínima necesaria para gobernar. El gobierno británico tiene miedo a que, durante las semanas que faltan antes de su cumpleaños, el joven sea asesinado. Para evitar que esto ocurra, la Oficina Británica en el Exterior echa mano del Coronel Drexel, un veterano héroe de guerra, y de David Frazer, un soldado americano.