Querido padre:
Hoy celebras tu cuarto cumpleaños en el cielo, papá. Estarás feliz, como siempre, con tu sonrisa perenne, de poder celebrarlo con todos los que te estaban esperando y los que se han querido ir uniendo a tu lado y, aprovechan la ocasión, para acompañarte en este día tan feliz.
Nosotros, desde aquí, también lo celebramos y te acompañamos igualmente; de otra manera, sí, pero con el mismo cariño de siempre, que nos diste y transmitiste y es el que, gracias a él y debido a él, nos reúne un día como hoy.
El dolor de tu pérdida se ha convertido en nostalgia y parece que el tiempo, sereno e inexorable, nos lleva a aceptar que la vida es así, bella y triste. Hoy y siempre te recordamos a tí y a los que ya no están pero te acompañan. Para tí, un beso ENORME, y para el tío José, tío Alberto, tía Balbina, José Manuel, Betty, Charlie, y todos los que allí se unirán a tu celebración, muchos besos también. Pasadlo muy bien y que cumplas muchos más, queridísimo padre.