Hola papá, allí donde estés te mando esta carta para cuando puedas me leas. Supongo que, como nosotros, estarás muy liado adaptándote a esa nueva forma de vida, sin mamá, sin tus hijos, sin tu café en el habana y como no sin tus chatos en el “Tirso”. Nosotros también estamos haciéndonos a la idea de que ya no estarás más aquí, pero al recordarte a ti y a tus palabras nos hacemos fuertes para que esta adaptación sea lo más corta posible. Sabemos que seguimos unidos, juntos y hablándonos contigo. De una forma diferente pero seguimos contigo y tú con nosotros.
Te fuiste como tú has sido siempre, callado, sin querer hacérnoslo pasar mal, en silencio, sin quejarte, guardándote todo para ti. Era tan grande el amor que nos transmitías que tus problemas, tus sinsabores y todo lo que podía afectarnos te lo guardabas para ti y así hasta el final. Mamá está bien, aunque no te voy a negar que le va a costar mucho el no tenerte a su lado, piensa que han sido 60 años sin separaros y ahora siente que un pedazo de ella le falta. Pero no te preocupes que la vamos a mimar como tú siempre nos has inculcado diciéndonos “es tu madre y por encima de ella nadie y hay que cuidarla”.
Aún estamos todos que no nos creemos que te hayas ido pues siempre has sido un ejemplo en tu forma de actuar, una persona que nos dabas esa seguridad en nuestra vida y en nuestras acciones, que buscábamos y necesitábamos, y ahora nos sentimos un poco desvalidos a pesar de ser adultos y como tú decías “ya tenéis la vida resuelta”. Pero todo lo que nos has inculcado, tus valores, tu educación y el saber estar hacen de nosotros lo que somos y por lo que nos sentimos muy orgullosos de decir “nuestro padre es Manuel Simón Sánchez-Logroño”.
Mamá Se que aún habiéndote ido de nuestro lado sigues viéndonos y vigilándonos, orientando nuestras acciones y lo más bonito “procurando que a mamá no le falte nada y animándola a que ahora ha de ser ella la que lo dirija todo”.
No te enfades si hasta ahora a mamá le ha costado salir a la calle sola sin ti. Piensa que todo lleva su tiempo y como ella me ha dicho tú le estás ayudando para que el dolor inmenso que tiene no le enturbie el hacer las cosas.
Bueno papá, como cualquier carta que se escribe tiene su final pero no te preocupes que seguiremos en contacto contigo. Un beso de tu Pili, de tus hijos y como no de tus nietos, que te echamos mucho de menos.