La última carta

Juan Ortega

GABRIEL ANTONIO MORALES DE MATA

Intentando asimilar el duro golpe de tu fallecimiento, me permito, en el orden personal y en nombre de muchos de tus amigos, escribirte esta carta con el deseo de que la hagas llegar, con la profesionalidad y diligencia que, a lo largo de tu trayectoria como funcionario del servicio de correos, has venido haciendo gala.

Su destinatario, te estrechará entre sus brazos y en cálida bienvenida, tomándote en su regazo, procederá a dar lectura a tu trayectoria, personal, familiar y profesional y, tras sosegada lectura, ira poniendo de manifiesto: tu caballerosidad, honradez y generosidad, valores de los que has venido haciendo gala a lo largo de toda tu vida. 

Esta ha sido la última carta que has entregado en el más allá y, sin lugar a duda, ha sido la más importante, pues en ella quedo depositado el cariño y afecto de tus paisanos y de todos, cuantos tuvimos la oportunidad de entablas sinceros lazos de amistad en lo personal y familiar.

 Querido amigo Lelo, tus vecinos vamos a notar tu ausencia, aquella presencia en nuestras casas, mediante la cual nos trasladabas el mensaje de nuestros familiares y amigos que, desde la distancia, continuaban manteniendo vivo los entrañables lazos familiares y de amistad.

…Has dejado huella, en todos nosotros, has sembrado todas esa virtudes y buenos valores, en cuantas personas hemos compartido la noble tarea de servir a nuestros paisanos. No quede la menor duda de que, todos esos proyectos que querías para Benahadux y para todos los vecinos, se van a cumplir y se llevaran a cabo porque, desde el cielo, seguirás siendo mi teniente de alcalde… (fragmento recogido de la despedida por parte de la Sra. Alcaldesa) 

Desde tu encuentro con el Padre, has podido observar las numerosas muestras de afecto y cariño con los que, tus paisanos y amigos, han venido a reconocer tu actividad profesional y tus inquietudes por el bienestar de nuestro pueblo que, se han puesto de manifiesto en el cariñoso abrazo a tu querida familia.