MADRE

  • CARLOS DEL CAMPO FERNÁNDEZ
  • 02.05.2021

Tengo una pena honda, madre, que llevaré día a día porque, siendo de tu sangre, no supe sentirte mía. No valoré en su momento tus amores y desvelos y la pena que yo siento, ya no permite consuelos. Tus constantes sufrimientos, preocupaciones y penas duelen en mis sentimientos, siempre me fueron ajenas. Que triste naturaleza haber sentido ese tedio que ahora es causa de tristeza cuando ya no hay remedio. Y esta pena, esta tristeza la llevaré siempre dentro porque perdí tu grandeza, grandeza que ya no encuentro. Y recordando tus besos, viejo ya y desengañado, añoro tus embelesos en tus rodillas sentado. ¡Madre!... te ofrezco mi amor ahora que ya no te llega queriendo ahogar mi dolor y esta tortura ciega.