- Francisco Jerez Martínez
- •
- 09.08.2019
19 de Julio de 2019: Mi madre de 86 años es ingresada en la Unidad de Observación del Hospital Torrecárdenas por decisión del médico de atención primaria, alarmado por los resultados de una prueba analítica. 20 de Julio de 2019: Apenas doce horas después de su ingreso y tras realizarle una transfusión, la paciente es dada de alta. Se comunica a la familia que está estabilizada y su estado de salud es bueno pese a achaques propios de su avanzada edad. 25 de Julio de 2019: El deterioro de la enferma obliga a un segundo ingreso. En tan solo cinco días, el diagnóstico ha cambiado radicalmente: Cáncer óseo generalizado con múltiples metástasis y en estado terminal. 5 de Agosto de 2019: Mi madre fallece en la Cruz Roja tras cinco días de cuidados paliativos. Evidentemente, una evaluación correcta de la situación de la paciente en este caso concreto no hubiese cambiado el lamentable desenlace, pero sí se hubiera ajustado más a lo que debería ser el resultado de un ingreso hospitalario y el cuidado de profesionales competentes. Sirva esta queja como aviso de una actuación deficiente que podría acarrear graves consecuencias .