El verdadero peligro de Pablo Casado

  • Juan Jiménez Sánchez
  • 10.08.2018

Hablo de sus pasadas declaraciones, en las que pudimos escucharle afirmar que “la ética no la marca ni usted (dirigiéndose a un periodista) ni yo, la ética la marca la ley”. ¿Qué pasaría si, efectivamente, la ética la marcase la ley? Si fuese así, habría sido éticamente correcto que las personas de etnia negra hayan sido esclavizadas y que las mujeres no hayan tenido derecho a voto. O aplicándolo al día de hoy, sería ético que en 29 países se practique la mutilación genital femenina, y que en 58 países se aplique la pena de muerte. No existe el bien o el mal, tampoco hay moral buena ni mala: el conjunto de nuestras acciones se divide en legales e ilegales. Decía Albert Camus que “un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo”, y es que la ética y la moral son personales, únicas e intransferibles. Deben ser críticas, formadas y trabajadas. Debes de crear una moral propia que permita diferenciar el bien y el mal, para no explotar a un subordinado, para no aceptar un trato de favor, o para no aprovecharte de quien se halla en una situación de inferioridad. Si no, somos simples salvajes.