Ayuntamiento y Junta negocian el futuro del hormigonado de Albox

El alcalde, Francisco Torrecillas, ordenó paralizar la demolición ante la protesta vecinal

Imagen difundida por el alcalde en su Facebook de la zona de la rabla con hormigón.
Imagen difundida por el alcalde en su Facebook de la zona de la rabla con hormigón. La Voz
Fernando Moldenhauer
07:00 • 12 nov. 2019

Este lunes ha tenido lugar una reunión en la Delegación de agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Almería para tratar de encontrar una solución negociada, si fuera posible, al futuro del hormigonado de la rambla de Albox, que el alcalde, Francisco Torrecillas, ordenó construir en 2017 y que fue casi inmediatamente declarado ilegal por la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, por carecer de “la debida autorización administrativa”.




El levantamiento del hormigón, previsto para el pasado viernes, fue detenido  por una manifestación espontánea de vecinos del municipio que se interpusieron entre las maquinas y el pavimento, llegando a cortar la calle con sus coches para impedir que las excavadoras accedieran, ante lo cual, el alcalde ordenó al día siguiente a los operarios paralizar la destrucción de la obra.

Este lunes, en una entrevista a la Cadena SER, el regidor achacó esta decisión a la voluntad de evitar tumultos y “garantizar la tranquilidad”, durante aquel día de jornada de reflexión, víspera de las elecciones generales del pasado domingo. Tras comunicar a los vecinos -que ya tenían planeada una nueva concentración el sábado- que las máquinas se retiraban “hasta nuevo aviso”, Torrecillas envió mensajes a “todas las autoridades del Partido Popular” tratando de iniciar de nuevo una negociación para tratar de mantener este encauzado que , según el regidor y los vecinos manifestados, es “sumamente beneficioso” para el pueblo.

Es entonces, cuando contra todo pronóstico, la delegada  Aránzazu Martín Moya se puso en contacto con el regidor proponiéndole una reunión para alcanzar “la mejor solución” para este asunto, que tiene en vilo a los habitantes del municipio desde hace dos años.




Al encuentro, que fue descrito como “una ventana de esperanza” por el alcalde, asistió la secretaria del Ayuntamiento con el objetivo de que “a Albox lo traten como a otros muchos pueblos de la provincia de Almería” que cuentan con encauzamientos, hormigonados u otro tipo de obras en las ramblas que los atraviesan, como es el caso “de Roquetas, de Macael, de Adra y de Pulpí, que tiene casi tres kilómetros de hormigonado”, adujo Torrecillas, que recalcó además que dichos municipios tampoco solicitaron en su día el permiso de la Junta para realizar dichas actuaciones.

Asimismo, el alcalde albojense, esgrime como argumentos que el encauzamiento realizado en su pueblo “no acelera el paso del agua”, tal y como explicaron desde la Delegación, sosteniendo además que la obra es necesaria para “asegurar las piedras que había en la parte alta del canal de drenaje de la rambla”, las cuales “pueden ser arrastradas en caso de una crecida subida del nivel de las aguas” con el consiguiente peligro que esto conlleva en “una rambla que está tan próxima a la calle principal del pueblo”, concluyó Francisco Torrecillas.








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