UPA Andalucía contra los aranceles y a favor del almacenamiento privado

El sector del olivar vive tiempos convulsos. A los problemas estructurales que arrastra, se le ha unido una grave crisis de bajos precios en origen en la última campaña, que ha situado el litro de aceite de oliva a un precio muy por debajo de los costes de producción, más por razones especulativas que de mercado.

Ante esta situación, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos viene encabezando desde mayo una serie de manifestaciones en Jaén y Sevilla, para reivindicar precios justos y medidas legislativas que impongan equilibrio a la cadena alimentaria y en el sector del olivar. Estas concentraciones alcanzaron su mayor poder de convocatoria el pasado 10 de octubre, reuniendo en Madrid a más de 50.000 olivareros y agricultores llegados de todas las grandes zonas productoras de aceite en nuestro país, que marcharon desde la Puerta de Alcalá hasta el Ministerio de Agricultura. Especialmente, hay que señalar que acudieron miles de andaluces, desde provincias como Jaén, Córdoba, Málaga y Granada, pues es nuestra comunidad la mayor productora de España, y donde el olivar tradicional se ve más afectado por los bajos precios.

“Son muchos los escépticos que piensan que las manifestaciones no sirven para nada, y que ningunean la labor interlocutora de las organizaciones profesionales agrarias, como canalizadoras de los problemas e inquietudes de los agricultores ante las Administraciones. Pero, una vez más, queda demostrado que, cuando el sector se une por la defensa de algo justo, legítimo y necesario, ocurren cambios”. Estas eran las declaraciones de Miguel Cobos, secretario general de UPA Andalucía, tras el halagüeño anuncio este lunes, por parte del Ministro Luis Planas, de que el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, presentará una propuesta para autorizar el almacenamiento privado de aceite de oliva en España. 

Desde UPA Andalucía, toman esta noticia como positiva, y consideran que puede contribuir a mejorar la situación del sector. No obstante, matizan que para esta campaña ya llega tarde, y son prudentes hasta conocer cuáles serán los términos del acuerdo y las cantidades de almacenamiento autorizadas por parte de la Unión Europea. Por otro lado, señala Cobos: “esta es una de las medidas que nuestra organización viene reclamando para el sector desde hace tiempo, pero no es la única. La situación del sector productor de aceite de oliva es compleja y, por ello, requiere de soluciones complejas e integrales que no se pueden arreglar con la aplicación de una sola medida”. Así, UPA recuerda otras de sus reivindicaciones, como la necesidad de permitir la autorregulación del sector, impulsar la promoción y el consumo de aceite. También incentivar la concentración de la oferta y que los productores asuman labores de transformación y comercialización, para que ese valor añadido se quede en nuestro territorio. Igualmente, es preciso que la Administración persiga esas prácticas comerciales que banalizan el aceite de oliva, como es su uso como producto reclamo, y que legisle de manera contundente para acabar con la venta a pérdidas. También hay que frenar esas actuaciones que vulneran las normas de competencia, fomentar mayor transparencia en la trazabilidad y el etiquetado, así como en la formación de precios del aceite.

Otro freno importante para el sector del aceite de oliva andaluz ha sido la noticia de que el Gobierno estadounidense impondrá unos aranceles que alcanzan hasta el 25% sobre el precio de importación del aceite de oliva y de la aceituna de mesa españoles (entre otros productos agroalimentarios). Tras la autorización formal por parte de la OMC, todo apunta a que esas tasas se aplicarán a partir de mañana 18 de octubre, provocando grandes pérdidas al sector. Los productores de aceite de oliva van a ver mermadas sus posibilidades de vender su producto a países terceros, pues se verán repercutidas las exportaciones y ventas a granel. Por otro lado, perderán una gran cuota de mercado en EEUU, que es uno de los países de mayor recepción de nuestro aceite, y con mayor proyección de aumento de consumo, con un gran valor añadido.

No obstante, conforme se acerca la fecha de entrada en vigor de los aranceles, vamos descubriendo sus pormenores: según ha afirmado el Director Ejecutivo de la NAOOA (North American Olive Oil Association), Joseph Profaci, los aranceles afectarán a nuestro aceite de oliva que se comercialice ya envasado, no al aceite a granel. Asimismo, cualquier país que adquiera aceite español a granel, lo envase y comercialice en EEUU, también se verá repercutido por estos impuestos. De este modo, Italia, que inicialmente quedaba exenta de las imposiciones, al ser el principal comprador de aceite de oliva de origen español a granel, también se vería gravado si lo comercializa envasado al país americano. Por tanto, este y otros países envasadores y comercializadores, se verían abocados a adquirir el aceite en Túnez, Grecia, etc., con el grave perjuicio que supondría para nuestras exportaciones. 

Ante este escenario, solo nos queda seguir buscando alianzas dentro de la Unión Europea, y presionar a EEUU para que, a corto plazo, suprima los aranceles. Y, como no, es preciso continuar con la promoción y la apertura de nuevos mercados, para no ser blanco colateral de guerras comerciales ajenas, ni depender tanto de decisiones políticas irresponsables.