Avanzan en una posible solución al virus de Nueva Delhi en calabacín

Una empresa almeriense trabaja en un proyecto para hallar especies resistentes a la enfermedad

Recipientes aislados de plantas de calabacín para la búsqueda de especies resistentes al virus.
Recipientes aislados de plantas de calabacín para la búsqueda de especies resistentes al virus. La Voz
Marco Rueda
18:49 • 09 sept. 2018 / actualizado a las 07:00 • 10 sept. 2018

El cultivo del calabacín es una de las piedras angulares de la economía agrícola almeriense. Tras el tomate, el pimiento y el pepino, esta hortaliza cucurbitácea es la que ocupa una mayor superficie. El análisis de Cajamar con respecto a la campaña 2016/2017 mostró datos económicos: en esta campaña, el cultivo del calabacín en la provincia supuso más de 236 millones de euros solo en ventas, y eso sin contar toda la industria y el empleo que genera en su producción.



Contexto
La importancia de este cultivo es la razón principal por la que el virus de Nueva Delhi preocupa tanto en Almería. Esta enfermedad vegetal, transmitida por el insecto conocido como ‘mosca blanca’, está causando serios problemas en los cultivos de la provincia hasta el punto de que hay agricultores que están empezando a dejar el calabacín por el pimiento debido a esta amenaza



“El cultivo del calabacín es delicado. Los productores que lo llevan a cabo acumulan experiencias de varios años e incluso décadas, son verdaderos artesanos de esta planta. Por eso es tan dramático que prefieran cultivar otras hortalizas”, explica Jose Luis Escobar, director comercial de King Courgette. 



La investigación
King Courgette es la marca comercial de la empresa hortofrutícola Escobar&Castañeda: una empresa familiar especializada en calabacín y que suministra este producto a “prácticamente exportamos a todos los países de Europa”.  Consciente de la problemática que supone el virus de Nueva Delhi en el campo almeriense -“todos los años se pierden cosechas”, indica Escobar- desde King Courgette se han lanzado en busca de una solución a este problema y, por lo que cuentan, no van por mal camino.



La empresa ha contactado con expertos en biotecnología vegetal del norte de España con el objetivo de hallar una especie resistente al virus. Por el momento, en el proceso han conseguido dar un paso fundamental: conseguir la supervivencia de la planta al someterla a unas condiciones en las que, en otro escenario, perecería de forma irreversible. 



“Estamos muy satisfechos por este avance, pero aún es pronto para decir que hemos hallado una solución al virus del Nueva Delhi. Vamos a repetir ensayos en busca de resultados definitivos y, sí se confirman los análisis previos que hemos llevado a cabo, pasaremos del laboratorio a invernaderos experimentales en Almería”, señala Jose Luis Escobar. 



Conclusiones
“Queremos lanzar un mensaje de tranquilidad al sector y, especialmente, a los agricultores de calabacín”, declara Jose Luis Escobar. explicando que “se trata de un proyecto que va más allá de los intereses económicos que nosotros, como productores y vendedores especializados en calabacín, podamos tener. Mantener a los agricultores especializados en este cultivo y no perder superficie es vital para todo el campo almeriense, puesto que el calabacín es un cultivo estratégico para todo el sector”, argumenta.



El mensaje de King Courgette cobra más relevancia en un momento en el que cada vez más expertos en el sector advierten sobre los impactos negativos de la pérdida de cultivos. Este hecho, que concentra el grueso de la oferta de la huerta almeriense en unos pocos productos, puede ser peligroso en un mercado europeo en el que cada vez hay más oferta de frutas y hortalizas de otros países. Fruto de esta situación, es previsible que los proyectos destinados a mantener y ampliar la gama de productos tengan más protagonismo en el futuro.


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